En administración la competencia es concebida como la predisposición laboral y profesional para ejercer un trabajo. La competencia laboral es ventajosa en dos niveles: a nivel personal y profesional de quien trabaja y a nivel empresarial.
Cuando la competencia ayuda a que los trabajadores tengan deseos de superación personal y laboral se ve reflejado en el producto de su trabajo. En este sentido, comprende al ser y sus intereses personales. Por otro lado, cuando se refiere a la empresa y al producto que oferta a sus consumidores nos referimos al sistema. Sin embargo, ambos tanto la persona como la empresa tendrán éxito sólo si el producto satisface las espectativas de quien lo adquiere: el consumidor o usuario.
Sin embargo, pese a la globalización del conocimiento, pocas son las empresas y trabajadores que logran un alto grado de competitividad (tal es el caso de MICROSOF, SANSUM, MOTOROLA, sólo por citar a algunas). Es más, ya sea en el caso de las personas o de las empresas, el ser competente involucra mucho más: requiere una constante autoevaluación personal (o institucional segùn sea el caso) ya que los que no son considerados como competentes tienden a querer superar a su competencia o al modelo a seguir y, si bien es cierto, que la competencia es saludable para quien adquiere un bien o servicio, esta resulta estresante para trabajadores y dueños de empresas, quienes deben estar en permanente actualización, renovación y capacitación para responder a las exigencias tanto del mercado laboral como del consumidor.
Para Luis Puchol una de las mejores formas de motivar la competencia laboral es la compensación, considerándola como "una herramienta estrategica de gestión de recursos humanos".
Asimismo, DON HELLRIEGEL y SUSAN JACKSON manifiestan que la compensación monetaria pueden asegurar que las recompensas ofrecidas son suficientes para atraer a las personas correctas, en el momento correcto para los empleos correctos.
Es por estas razones, que la competencia laboral entre las personas está ligada a motivación e insentivos los que facilitan un clima laboral óptimo en el cual el principal beneficiado debe ser siempre el consumidor.
Para Luis Puchol una de las mejores formas de motivar la competencia laboral es la compensación, considerándola como "una herramienta estrategica de gestión de recursos humanos".
Asimismo, DON HELLRIEGEL y SUSAN JACKSON manifiestan que la compensación monetaria pueden asegurar que las recompensas ofrecidas son suficientes para atraer a las personas correctas, en el momento correcto para los empleos correctos.
Es por estas razones, que la competencia laboral entre las personas está ligada a motivación e insentivos los que facilitan un clima laboral óptimo en el cual el principal beneficiado debe ser siempre el consumidor.
